¿Cómo se puede hechar de menos algo que nunca ha ocurrido?

Eso es lo que siento yo ahora, en este mismo instante, a la mitad del camino...

Dicen que los amores de adolescentes son solo un tramo del camino del amor, para llegar al amor verdadero, nuestro destino.

En cambio, yo pienso que es mucho más que eso. Es una fase de maduración, un enfrentamiento contigo mismo para ver a donde eres capaz de llegar, lo que eres capaz de hacer...
Y cuando piensas que todo está bien, la vida te juega malas pasadas, y lo ves todo claro: en un principio no pudo ser, no te atreviste a hacer lo que sentías y, ahora, todo esta perdido. ¿O puede que no? Eso nunca se sabe. Es uno mismo quien decide si deja pasar el tiempo o lucha por lo que quiere.

En mi caso, creo que es bueno dejar pasar el tiempo. Un amor no correspondido no hace más que hacerte sufrir. Y, ¿por qué sufrir cuando puedes tener una enorme sonrisa en el rostro?
No todo es lo que parece... Las sonrisas no siempre van acompañadas de buenos sentimientos, ni esperanzas. Detrás de ellas puede haber tristeza, sufrimiento reprimido dentro de ti queriendo salir... Pero no puede.
Es en esos momentos de la vida cuando te das cuenta de lo que vales, y que no merece la pena sufrir por un tío que seguramente te hubiera dejado al poco tiempo, cosa que nunca se sabe, ya que no lo intentaste.

El hecho, no es el no tener amores, sino tenerlos pero sin hacerte ilusiones, hasta que lo veas todo claro.

No cometan el error que cometí yo. Hagan caso de lo que dicen vuestros corazones.

Todo saldrá bien...